Cualquier evaluación del impacto de esta crisis sin precedentes en el sector turístico se ve sobrepasada de inmediato por una realidad que cambia a toda velocidad.
Estos eran los términos del comunicado que la Organización Mundial del Turismo, emitía el día 24 de Marzo, sobre "la evaluación del impacto del brote de Covid 19, en el turismo internacional". La organización calculaba que las llegadas de turistas podrían reducirse entre un 20% y un 30% en 2020, con pérdidas entre los 300,000 y 450.000 millones de dólares $US.
Entonces, emitir un pronóstico sobre la evolución y consecuencias del Covid-19, resultaba más que difícil, imposible, aunque desde el mismo momento que el mundo supo que un extraño virus se propagaba por la ciudad de Wuhan, parecía intuirse que la situación era distinta a otras anteriores, que algo se salía de control. Pero ocurrió como siempre, la sempiterna discreción china se volvió hermetismo -a día de hoy aún se mantiene-, entre incógnitas, especulaciones y silencios, porque China no ha facilitado -ni lo hará- datos, cifras o detalles confiables.
Los patrones que podrían servir de referencia -el SARS 2003 la H1N1, o la crisis económica del 2009- valieron......"madre", para esta sociedad moderna, que nunca antes había experimentado una crisis sanitaria semejante, para la que no existían modelos, patrones ni consensos válidos o eficientes. Y llega el cataclismo, con hospitales sin habitaciones, UCIs, respiradores mecánicos, mascarillas, sin suficiente personal sanitario para frenar una avalancha que está colapsando el sistema.
Por no haber, no hay verguenza, "grandeur", ni altura de miras por parte de quienes detentan el poder y aparentan dirigir un país, "haciendo como que hacen". Un suma y sigue, que añade más drama al drama, más patetismo, que solo compensa el arrojo, esfuerzo y dignidad que los profesionales están mostrando desde el primer momento. Hasta los ciudadanos que demasiado aguantan.
Tranquilos, todo va bien, "el virus no llegará desde China", "tenemos muchos medios", "en cuatro días se pasa", "es como una gripe...", y la de "mata más......tal o cual....". De esta categoría, calidad y erudición fueron las iniciales recomendaciones, mensajes y monólogos, que tanto se prodigaron en algún país, quitando hierro al asunto, e invitando a concretas concentraciones humanas. Al final pura Ceguera intelectual y política que aguijonea la ceguera social, al fin y al cabo pura ceguera intencional, que siempre acaba por matar más.
"No es que haya hombres justos, se creen justos y en eso está el pecado, en creer que son justos.... Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden".
Mateo 13 - 13 -