¿Y EL DÍA DE DESPUÉS?(2)

18.06.2020

 

* " Y lo más curioso, es que este avance se ha dado en un sector de especiales características, voluble donde los haya, en el que los obstáculos aparecen con pasmosa regularidad. Un sector tornadizo y sensible al extremo, siempre expuesto a coyunturas socio-económicas y aún más a incertidumbres o perturbaciones políticas. " ¡Que nunca faltan! ".

   * Una afirmación muy oportuna y casi premonitoria, que desde el inicio de esta "Web" aparece en el "Nosotros", sin dejar lugar para la duda. Acaso estaremos ante un nuevo axioma o dogma? No, aunque tal es la evidencia "del dicho", que exime de prueba o alegato.

   No porque sea notorio y sabido, sino porque el tiempo y la experiencia se encargaron de demostrarlo, de manera que por ser tan manifiesta los "cónsules y pretores" actuales, deberían actuar como cabría esperar, atendiendo la coyuntura en tiempo y forma. 

    La actividad turística es singular, igual que el contexto y circunstancias que la envuelven y condicionan. Siempre diferenciada y diferente a la de cualquier otro sector. ¿Peculiar" sería la palabra?  Tal vez no sea la más apropiada, pero sí la que mejor resume el concepto, el fenómeno y la particularidad.

    Peculiar, privativa, particular, todas y cada una de ellas actúan como encaje perfecto para el turismo, vinculadas al párrafo que encabeza y abre el presente artículo. Por ser este un sector totalmente "procíclico", sigue los avatares de la economía, o más claro, cuando "son tiempos de vacas gordas" la demanda aumenta y correlativamente los beneficios, el sector crece, entrando en expansión. 

    Y a la inversa, cuando llegan tiempos de "vacas flacas", la demanda y los beneficios caen, el sector se adelgaza, entrando en contracción. 


Fotografía cortesía de P C (Pexels)


Gráfico: <a href="https://www.freepik.es/fotos/negocios">Foto de creativeart - www.freepik.es</a

Otra destacada "singularidad", es la alta sensibilidad, que sus "integrantes" muestran ante:

- Fluctuaciones y coyunturas socio-económicas, o dicho más claro, en momentos de recesión o necesidad, el "consumidor turístico" ajusta el presupuesto familiar, descartando aquellas partidas que no son básicas o imprescindibles.

- Situaciones o factores conexos, como pueden ser la seguridad e integridad de los viajeros. El turismo, como el dinero es miedoso, el consumidor turístico sufre de aversión al riesgo y resiente la inseguridad pública o sanitaria.

  Lo expuesto, que podría servir a modo de atrevida teoría general de influencia y afectación al sector turismo - abusando de la benevolencia de entendidos y de los que gustan sentar cátedra -, no es de aplicación a un subsector, que con independencia del ciclo económico imperante, siempre sufre las consecuencias de unos y de otros.  

Este subsector está conformado por las Agencias de Viajes.


     Así que por alusiones, conviene añadir  las inevitables consideraciones:

   - DESDE SU NACIMIENTO, las agencias de viajes desempeñaron un papel fundamental en el turismo, difundiendo, promoviendo destinos y productos turísticos. Lo hicieron de manera inigualable, directa y personalmente, siempre "en el cara a cara" con el cliente. 

   Su actividad no es una oportunista intermediación entre viajeros, turistas, operadores, prestadores y otros intervinientes. 

   La Agencia, el agente, entre otras actividades y prestaciones, DIVULGA, ofrece, aconseja, asesora y comercializa otorgando un "valor añadido" como: Buenas prácticas, compromiso con el cliente y responsabilidad en la gestión que le es propia.


Y la pregunta al aire es: ¿Podría decirse lo mismo de otros actores turísticos y prestadores de servicios?

La  gestión, actitudes y comportamientos ante el Covid-19, arroja la respuesta más evidente.



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