LA MOCHILA BEER*FEST.2019.
Por fin es sábado, sabadito alegre y el cuerpo lo sabe, sobre todo en una tarde tan agradable y apacible como la de hoy, un regalo que Abril nos concede, aunque probablemente sea a crédito, pagadero con creces en Agosto. Pero como está por venir, ahí nos vemos.
Ahora mismo, algo muy importante está sucediendo en la ciudad de Los Mochis. Por segunda vez somos testigos privilegiados de este acontecimiento, algo de lo que en tiempos venideros, solo unos cientos podrán contar y decir "yo estuve ahí". El año pasado ya dio señales, barruntos, como advirtiendo de un posible regreso. Y, lo que son las cosas, aquí está de nuevo, recargado. Porque señores y señoras, fieles seguidores y aficionados, LA MOCHILA BEER*FEST, superando "la maldición de la melaza", ha vuelto a la Ciudad.
Los "Idus de Abril, que no los de Marzo" mandaron este FESTIVAL DE LA CERVEZA ARTESANAL, edición 2019, que se hizo de rogar y nos hizo vacilar, porque si lo pensamos bien, un año se hace largo, ¿habrá un valiente que aguante tanta vara?
Por fortuna, no cundió el desaliento, se pudo sobrellevar la espera sin perder la dignidad. Pero no fue gracias al azar, tuvo mucho que ver la intervención de "Byggvir el dios de la cebada", procurando, asegurando el suministro de "Chela" artesana, durante la larga travesía del desierto. De esta manera, el gaznate logró mantener el conveniente y recomendado nivel de hidratación.
Miguel Mateos, en su canción "La alegría ha vuelto a la ciudad" nos dice:
Bienvenida felicidad,
la alegría ha vuelto a la ciudad, la alegría ya está acá,
salió por la radio
La Galaxy junto con el Warrior ¿de qué me suenan esos dos?, actuaron de maestresalas, y la casa Museo del Valle del Fuerte con sus jardines como inmueble anfitrión. La música, las voces y las risas regresaron, una vez más resonaron por el Bulevar Rosales y el Museo, que cada año parece más envuelto por la tristeza. Nunca fue tan cierto como hoy, que "la alegría ha vuelto a la ciudad".
Tan cierto como que el Festival de la Cerveza, "La Mochila 2019" volvió recargado, con mayor participación de expositores y de asistentes, demostrando con su afluencia, que este evento goza cada vez más del favor del público, no solo loca, sino también procedente de otras zonas geográficas.
Encontramos a la cervecería Liryco, que con sus "poéticas y musicales" especialidades, sigue agarrando impulso; la Cervecería Grano de Oro, que no se pierde ni una participación, pues aquí estuvieron el año pasado y Fariseo Beer, cada vez más puestos. De Culiacán.
La tarde también invitaba a un futbolito.
Entre cheve y chela, como es sabido, hay que contar con algo sólido que llevarse a la boca, más aún siendo de general conocimiento, que aliando la cocina a la cerveza, el disfrute se eleva. A este fin sirve, la más sencilla cocina, la culinaria más expresiva o unos heterogéneos bocados.
Porque ¿quién en una noche de calmado o desmelenado bebercio cervecero, no ha sentido semejante necesidad? Ante una situación así y conforme al gusto o necesidad de cada cual, es inevitable recurrir a la carne o al marisco. Pero como no solo de bistec, camarón y concha vive el hombre, bueno es que entre pecho y espalda, también caiga el oportuno choripán, un hotdog o la recurrente hamburguesa, que entra bien en cualquier momento. Si de esto no hubiera, se puede recurrir a la botana, y si la cosa apura siempre quedará una deslustrada sabrita. Por todo lo dicho, siendo sabidos, conocidos los gustos y apetencias del público asistente, así se adecuó la oferta. ¿A cada cual lo suyo......no?
Acompañando a las cerveceras Maviri y Guasave, "alma mater" de la cerveza artesana mochitense, promotores-organizadores de "La Mochila", participaron las cerveceras Tres Islas de Mazatlán, Labranza, Olas altas, Matachín y Puerta del Cielo, estas últimas de Culiacán, ciudad que se llevó la palma, siendo la que más expositores aportó al evento.