CABALLO BLANCO 2018.

04.03.2018

   En Chihuahua, estado del norte de México, en plena Sierra Tarahumara, más concretamente en la población de Urique, el domingo día 4 de Marzo, tuvo lugar la Decimosexta edición de la que ya es una famosa prueba de montaña. Se trata de la CARRERA DEL CABALLO BLANCO.
   Esta competición dio comienzo allá por el año 2.002, gracias a su iniciador y alma inspiradora "el gringo Micah True", un personaje único que vivió y corrió con los indios Rarámuri, siendo ellos los que le otorgaron su apodo más relevante, el de Caballo Blanco. En ese macizo montañoso, es donde se encuentra el escenario perfecto para llevar a cabo una competición de este tipo, especial en todos los aspectos y que ya es un referente en el calendario mundial de las "Ultra Trail". Hablamos de una experiencia diferente y en un contexto nada común.

MICAH TRUE. CABALLO BLANCO.

En estos parajes, la fuerza de la naturaleza no estuvo contenida, no sujetó sus bríos y fue creando, esculpiendo una singular geografía de accidentados relieves, donde las grandes montañas se unen a profundas barrancas en continua sucesión, conformando un agreste y bello panorama, un paisaje sorprendente.

El topónimo, ya anticipa lo que está por venir, lo que les depara a los participantes. Urique es un pueblo ("Lugar de Barrancas" en lengua Rarámuri" ), que se encuentra en el fondo de la Barranca de Urique, junto al río del mismo nombre. La Barranca de Urique es la más profunda de México, alcanzando en su punto máximo una profundidad de 1.800 metros. Es una de las siete, que forman el sistema de las Barrancas del Cobre, en pleno corazón de la Sierra Tarahumara, cadena montañosa que forma parte de la Sierra Madre Occidental, al Noroeste de México.

   Este lugar desde tiempos inmemoriales ha sido refugio y hogar de una Comunidad Indígena, que siempre ha vivido entre las montañas, integrada por los Tarahumaras o Rarámuris, (más correcta la denominación rarámuri), endónimo que significa "corredores a pie".

   La expresión hace alusión directa a sus extraordinarias facultades, preparación y resistencia para la carrera de larga distancia, pudiendo correr durante horas y horas sin detenerse, completando larguísimos recorridos por montañas, barrancas y senderos.

      Son "vernáculos atletas", que cuentan con la habilidad y técnica perfecta, unida a una sobresaliente constitución física, forjada con el transcurso de los años -más bien siglos-, junto a su perfecta adaptación al medio. Hablamos de un pueblo ancestral, que desde sus orígenes ha vivido aislado, en cañones, laderas y peñascos, formando comunidades y grupos muy desperdigados, situados a lo largo de terrenos abruptos y difíciles. Debido a las grandes distancias entre sus comunidades y asentamientos, siempre han debido recurrir a largas travesías en las que poder conseguir alimentos o relacionarse unos grupos con otros, siempre con un único medio de desplazamiento: el de sus poderosos pies.

   Con ese legendario potencial, superan cada uno de los obstáculos que un terreno duro e inclemente, les opone, indiferentes al desaliento, la fatiga y los rigores ambientales.  Así lo enfrentan, pertrechados con un rudimentario equipamiento, calzados con los típicos huaraches o sandalias de elaboración artesanal, los hombres siempre ataviados, con la tradicional manta taparrabos y una camisa, sin que falte el característico pañuelo, atado al cuello, mientras las mujeres usan los vistosos vestidos y faldas multicolores. 

"Cuando corres sobre la tierra y cuando corres con la tierra, puedes correr para siempre". (Dicho tarahumara) 


   En estas sierras de espectaculares formaciones, profundos cañones, quebradas y cimas de belleza extraordinaria, es donde se dan cita los "Ultra Trail", son afortunados en un entorno privilegiado. Igual concurren veteranos y reconocidos participantes, que bisoños o principiantes que por primera vez aprestan su cita con este reto. Variopinto y extraordinario grupo de procedencias y nacionalidades distintas, que comparecen con un destino común, como es correr la Ultramaratón del Caballo Blanco.

    La "Caballo Blanco", además del entorno posee dos peculiaridades, dos rasgos específicos que la distinguen respecto de otras "Ultras". La primera y más importante, ser la cuna y hogar de los auténticos y discretos protagonistas, los Rarámuri, hijos y alma de la montaña, el pueblo de los pies alados, que fieles a la tradición y costumbre continúan corriendo incansables, sin distinción de sexo o edad. La segunda, que con cada nueva edición, revive el espíritu solidario y la memoria del personaje que inspiró esta épica carrera, la memoria de Micah True, el mejor amigo de los Tarahumaras.

   Cada año, cada nueva prueba, se incrementa el número de participantes, y esta 16ª edición contó con un total de 1.048 corredores, una cifra que superó las expectativas, todo un récord de asistencia.

Además este año con novedad, otro incentivo añadido y es que por primera vez, se disputó la maratón, los 42 kilómetros, congregando a 128 corredores.


   LOS CABALLITOS. El día anterior a la Carrera del Caballo Blanco, en Urique se celebra otra gran carrera, la de los Caballitos, en la que participan niñas y niños con edades que van desde los 3 a los 16 años. Son los grandes corredores del mañana, herederos y continuadores de la tradición Tarahumara.



Ultimando los preparativos, para la gran carrera, que dará comienzo en la madrugada del día 4.  

Formando fila para inscribirse en la carrera.


El gran momento. Corriendo. 

DOMINIO RARÁMURI.

LA COMUNIDAD RARÁMURI RECUPERÓ DE NUEVO EL PREDOMINIO EN LA CABALLO BLANCO.

   PRIMER LUGAR. ULTRAMARATÓN 80 K. Miguel Lara Viñega. De Porochi, Urique. Ganador con un crono de 6:18:22, superando la anterior marca de Ranulfo Sánchez. 

PRIMER LUGAR MARATÓN 42 KM. Alfonso González Rodríguez. De Carichí. Ganador con un crono de 3:35:33.  

RESTO CLASIFICACIÓN.

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