Llegamos a la renombrada Argamasilla de Alba, que igual podría llamarse Argamasilla de Don Quijote, si por un casual, Don Diego de Toledo y Don Juan de Zúñiga -a quienes Argamasilla debe su fundación-, dieren la oportuna licencia, aunque quizás mejor sea dejar de lado el asunto que a nada provechoso conduce, pues tan unida está Argamasilla a los Alba, como al famoso Hidalgo, así que convendrá dedicar el tiempo a "cuestiones de más provecho y fama".
Dicho esto, lo más oportuno será comenzar el recorrido por esta ilustre población, junto a un Don Quijote que omnipresente nos acompaña por cada calle, plaza y muro.
¿Y es que cómo no va a hacerse presente el Ingenioso Hidalgo de la Mancha? Si de aquí es, aquí está su cuna, pueblo y estirpe, porque aquí fue concebido, pese a que con lo "de cuyo nombre no quiero acordarme", el creador intente jugar al despiste.
Quizás, por esos olvidos, diera Don Miguel de Cervantes con sus huesos en la cueva de Medrano o hasta por cortejador, como afirman otros, pero fuere como fuere, de aquel mal trago, humedades y penurias, devino la mayor obra de la literatura española y universal.
A nuestro caballero, lo mismo se le encuentra ocioso y pensativo, que erguido, lanza y espada en ristre dispuesto a desfacer cualquier entuerto.
Así que saliendo desde Plaza España, nuestros pasos nos llevan por la Calle de Cervantes hasta la Cueva de Medrano, donde entre dolores y quebrantos Cervantes alumbró su gran obra. Hoy en día el edificio acoge la Oficina de Turismo, un patio de comedias, la Galería Gregorio Prieto y por supuesto, la cueva prisión a dos niveles.
Una Oficina de Turismo muy completa y más que bien atendida por la responsable, que con su detalle y atención estimula el conocimiento de la obra y villa, además de incitar a regresar. La visita inicia con un previo audiovisual, que sirve para introducir al visitante en la historia, vicisitudes y cuestiones, que rodean la obra del Quijote y su nacimiento en Argamasilla.
En las paredes del salón cuelgan imágenes de los visitantes ilustres, escritores y académicos de la Argamasilla que aquí anduvieron, honrando y ensalzando el legado cervantino.
