Castillo de Sigüenza

14.07.2022

   Circulando por la CM-1101 después de un repecho, al fondo sobre la colina firme y majestuoso, con la ciudad a sus pies, aparece el castillo fortaleza de Sigüenza, el Castillo de Los Obispos.

   Desde época romana se tiene constancia de la existencia de una fortaleza de vigilancia y defensa, sobre la que posteriormente, el invasor musulmán levantó una alcazaba que, en el siglo XII, en 1124 fue tomada por el obispo Bernardo de Agén, por lo que el Rey Alfonso VII le otorga al obispado el señorío de la ciudad y otros lugares, siendo el primero de los "Cien Obispos" que detentaron el poder espiritual y temporal de la zona.

   La también conocida como "Ciudad Mitrada", fue cabeza de la Diócesis de Sigüenza, hasta que en 1959 por bula del Papa Juan XXIII pasó a ser de Sigüenza-Guadalajara.

   Y "como lo que no pasó en mil años, pasó en el año 2010", cuando el Obispo Sánchez González trasladó la sede episcopal a Guadalajara. 

   El Castillo de los Obispos ha sido residencia de obispos, cárcel de Doña Blanca de Castilla, fuerte en las guerras carlistas, acuartelamiento en la guerra civil española y cuartel de la Guardia Civil, hasta que en 1972 se convierte en Parador Nacional.

   Desde 1123.1124, cuando el obispo Bernardo de Agen reconquistó la ciudad, los obispos como señores temporales de Sigüenza, se encargaron de engrandecer y adornar la llamada Ciudad de los 100 obispos. Una muestra de ello, es la Plazuela de la Cárcel, una  plaza nueva, que se abre en el siglo XV y donde se ubican los edificios principales del poder civil, el antiguo ayuntamiento, el archivo y la cárcel. La fachada del antiguo ayuntamiento, exhibe los escudos del obispo López de Carvajal Sigüenza, de los Reyes Católicos y de Sigüenza.

   La Puerta de Hierro, con la Imagen de la Inmaculada Concepción y Plaza del Portal Mayor, otra antigua puerta de acceso del siglo XV, que en su parte posterior, en una hornacina contiene  la imagen de la Virgen de la Victoria. 

   La Plaza Mayor, una de las más bellas fue construida por el Cardenal Mendoza en el siglo XV, se encuentra frente a un lateral de la Catedral y está presidida por el antiguo Palacio de los Deanes y su galería de soportales, sede del actual Ayuntamiento; la puerta del toril, el edificio de la tesorería y la Casa del Mirador.

   El Castillo de los Obispos, es Monumento Histórico Artístico desde 1965. Traspasando la puerta de acceso al recinto fortificado, aparece una escalinata que salva el desnivel existente-quizás del antiguo puente-, hasta la puerta principal de acceso al edificio, delimitada por las torres gemelas.

Traspasando la puerta acristalada, se accede al vestíbulo principal, cuyos cerramientos acristalados facilitan la iluminación, a la vez que permiten disfrutar de las vistas al patio de armas.

Diferentes zonas y estancias de la planta baja, con la clásica decoración y elementos de época.

Hermosas vistas del patio de armas y su ajardinamiento.

   El Patio de Armas, que con sus grandes dimensiones permitía albergar a la población y a un gran número de soldados. El profundo pozo del que se surtían de agua sus ocupantes. Anteriormente junto al brocal, existía una entrada al subterráneo de las mazmorras.

   En este castillo, como en cualquier otro parador de turismo, aun no estando hospedado es visitable, pudiendo recorrer las zonas abiertas al público en general, además de aprovechar para comer o tomar un refrigerio.

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