CATA BODEGA CAÑAS & BARRO

14.10.2022

   La degustación del vino siempre es un disfrute, y la cata una experiencia única, una oportunidad que no puede desaprovecharse, máxime cuando el protagonista es un vino de características especiales, fruto del trabajo y esfuerzo continuado. 


   En esta ocasión, tres son los protagonistas de la cata, tres vinos de la bodega Viñas del Portillo, ubicada en la población de Buñol desde 1.999. La bodega es familiar, intensamente relacionada con el vino desde 1.955, siendo la tercera generación quien la gestiona y dirige.

    El primero será un blanco de la Colección Cañas y Barro, siguiendo dos tintos de la Colección Albufera, un Selección y el Original.

   Pero si especiales son los vinos de esta bodega, todavía lo es más el marco elegido, íntimamente relacionado con la población y con la bodega, siendo este el Castillo de Buñol, un lugar con sabor añejo a historia, cultura y tradición.    

   Y ya que hablamos de historia, cultura y tradición ¿acaso alguien medianamente informado y razonable, podrá negar que el vino está unido estrechamente a la civilización, evolución de los pueblos, cultura y tradiciones? No en vano, Baudelaire, que algo sabía, dijo "que el vino es lo que más ha civilizado al mundo", así pues, aquí están, en plena coherencia el vino y el entorno.

 

     Sabido es que respetar la temperatura de servicio de cada vino, así como usar la copa más adecuada, marca la diferencia entre disfrutar o desaprovechar todos los matices. 

   Pero además, si el buen vino se combina con un entorno magnífico, la cata alcanza su apogeo. Esa era la idea, un atardecer con su respectiva puesta de sol, buenas vistas y mejores vinos. En eso se estaba, cuando la lluvia hizo acto de presencia, debiendo los participantes buscar refugio en el interior del castillo. Claro que era un imprevisto "previsto", se veía venir, pues el clima, desde días antes ya andaba veleidoso.

   Nada que no tenga fácil solución, sobre todo estando prevenido, así que dos carreras y dos acarreos, bastaron para trasladar el evento al interior del castillo, donde una vez a cubierto, aprovechar para la cata, viendo caer la tarde y la lluvia.

   Este evento, es una combinación entre lo turístico y lo enocultural, y aunque esta quizás no sea la expresión más ortodoxa, es innegable que cumple de la mejor de las maneras, pues acerca al viajero, al visitante, a la cultura y al vino, en línea con lo que acertadamente, sentencia David Manso al afirmar que "el enoturismo no se limita a conocer el vino, sino conocer a través del vino". Y justamente, ese es el propósito de Bodegas Viñas del Portillo, dar a conocer la zona donde se asienta y el monumento más emblemático, por medio de sus vinos.

    Las Cañas y el Barro, son elementos vinculados con la tradición valenciana, su huerta, la barraca y por supuesto con Blasco Ibáñez, de ahí la elección del nombre y la típica construcción valenciana,que claramente conforman los trazos de la etiqueta.

La cata inicia con el "Original" de Cañas y Barro, un vino blanco resultante del "coupage" de variedades blancas y autóctonas,  Malvasía, Merseguera y Moscatel Romano.

   Estos vinos pertenecen a la D. O. Valencia, Subzona Moscatel, cuyos viñedos se localizan en la localidad de Turís. Son vinos muy buenos, con un retrogusto largo, conforme a las palabras del organizador y sumiller Pepe Soucase, el "Tuso", quien también manifestó que la vendimia ha sido más corta, consecuencia del clima padecido este verano, pero que en compensación será de una calidad bastante buena.

   Además son vinos laureados, como el Bacchus de Oro 2021, y oro en la Berliner Wein Trophy 2021, obtenidos por el vino blanco Original.

                               Y comienza la cata.                            

   La copa transparente y lisa, debe sostenerse por la base o el tallo, para evitar transmitir temperatura corporal, inclinando la copa sobre unos 45 grados, sobre un fondo blanco que permite observar la intensidad del color y los matices.                    

                                                                                           3 son las fases de la cata:


   Fase Visual: Es un vino color amarillo pajizo, brillante.

   Fase olfativa: Buena intensidad, potente, afrutado, aromas de manzana.

   Fase gustativa: En boca suave, afrutado, envolvente, deglución suave, equilibrado.


Y llega el turno de los tintos. Al efecto y para comparar, logrando la mejor percepción, se utilizan dos copas:


   En la de la izquierda, se vierte el Albufera Selección, un vino joven. Variedades Garnacha y Syrah.

   En la de la derecha, se vierte el vino Original, un crianza. Variedades Monastrell, Tempranillo, envejecimiento en barrica, mínimo 4 meses.

   Se levantan las dos copas, pudiendo observar que el vino de la izquierda, el joven, presenta un color más violeta y el de la derecha, un crianza, más anaranjado marrón.

Cata vino Selección. Joven.

   Fase Visual: Color más violeta, vivo.

    Fase Olfativa: Aroma frutal, arándanos, moras, frutos rojos, a lácteos.

   Fase Gustativa: Deglución agradable, fresco, en boca redondo, con retrogusto frutal.

                                                                                                       Cata vino Original. Barrica.


   Fase Visual: Rojo teja y picota.

   Fase Olfativa: Notas frutales, a vainilla, a frutos secos, notas tostadas, madera.

   Fase Gustativa: Robusto, más taninos, deglución agradable, retrogusto largo.                                                                                   

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