"En este tenebroso encierro, en este angustioso cofre de cal y canto, escribió la fecunda mente de Cervantes la idea vastísima, triste alguna vez, regocijada siempre, de su Don Quijote. Desde aquí rompiendo su imaginación portentosa las gruesas y toscas paredes que le aprisionaban, se espació por las dilatadas llanuras de La Mancha....... (Del prólogo de Hartzembusch a la edición del Quijote hecha en esta cueva)".
Tal cual consta escrito en la entrada de la cueva de Medrano.
No solo toscas y gruesas, también profundas, aunque no lo suficiente como para ahogar la fecunda e inquieta imaginación del Manco de Lepanto.
Al salir de la cueva, el sol muestra el "corral de comedias" donde cada agosto siguen representándose las jornadas de teatro.
Patio de comedias, que además funge como Museo el que se pueden contemplar 17 obras del escultor Gregorio Prieto, la mayoría de ellas relacionadas con la obra de Cervantes.
No puede existir duda respecto del lugar de nacimiento de Don Quijote de la Mancha, cuando grandes intelectuales e ilustres personajes, se decantan sobre que su nacimiento tuvo lugar en Argamasilla de Alba. Hasta Avellaneda, el artista del fraude y del engaño -como lo califica Javier Blasco, de la U. de Valladolid-, así lo reconoce.
Igual que el gran Azorín, quien con motivo del tercer centenario de la primera parte del Quijote, recorre diversos pueblos de la mancha escribiendo o mejor dicho, retratando todo aquello que ve, siente y escucha, que da lugar al nacimiento de su libro La Ruta de Don Quijote, en el que dedica 4 capítulos a Argamasilla de Alba.
Y no quedando ahí, compartió tertulia con los Académicos de la Argamasilla, recreando a la citada por Cervantes, sus sonetos y epitafios.
Y con estas imágenes del Pósito Real, la Iglesia y de Don Miguel de Cervantes -algo aprisionado por los laureles- aquí lo dejamos de momento.
