Si algo hay en España, que desde tiempos inmemoriales logre reunir a propios y extraños, amigos, familia y enemigos —muchas veces sinónimos—, ha sido la buena mesa, el buen comer. Tan grande es el poder de convocatoria del condumio, que no lo iguala ni un toque a rebato en plena madrugada. Y es que, cualquier circunstancia o situación, constituye la excusa perfecta para organizar un guateque de compadres, amigotes, compañeros y hasta de meros conocidos, siendo bien sabido que no hubo mejor manera de hacer amigos que un buen yantar a mesa bien puesta, porque panza llena, corazón contento.
Claro que si a lo Gastro, se une el Turismo, es cuando entra en acción la expresión "no te pido que me lo superes, solo iguálamelo". Y ya seguiremos otro día, ustedes perdonarán, pero es hora del condumio....